La leyenda del unicornio
Animal fabuloso cuyo cuerno divino neutraliza las acciones maléficas y el veneno, separa las aguas contaminadas y tiene el poder misterioso de detectar lo que es impuro, hasta la más pequeña alteración del brillo del diamante.
Un dicho popular le subraya el valor de talismán: cuando aparece el unicornio, el diablo se desaparece. La denominación de Unicornio fue impuesta en nuestra literatura por Dimitrie Cantemir en su obra \"Istorie Ieroglifica\". El Unicornio es una denominación eslava. Otros sinónimos conocidos son: unicorne, licorne (del latín unicornios). Por la influencia francesa entró en nuestro vocabulario un femenino: \"licorna\".
El mito europeo del \"Unicornio\" fue también sostenido por la creencia de la edad media. Este mito llego al apogeo en las novelas de caballería de la edad media.
En la mitología, el \"Unicornio\" aparece como un caballo blanco como la nieve llevando en la frente un cuerno largo, delgado espiral blanco trenzado con negro. En el bosque donde vive él siempre es verano. Sólo una virgen lo puede alcanzar y domar. La alegoría envuelve una ceremonia que tiene lugar en el bosque, sin duda cerca de los monumentos megalíticos: la captura de una fuerza cósmica que está bajo el signo de sagitario que se incorpora en una virgen- médium. Esta se convertía en el alma de una orden de caballería. Una tapicería del siglo XV \"Dama de la lincorne\" muestra, entre imágenes, la reencarnación en una virgen de esta fuerza invencible.
El símbolo del caballo celeste está relacionado con él del león \"corazón del cielo\". La Lincorne se debe entender como una fuerza emitida por la constelación del león y reflejada por la constelación del sagitario. Juana de Arco es considerada una de las encarnaciones de esta fuerza. El Unicornio medieval es un símbolo del poder pero también de los eventos fastuosos, de la pureza. En China antigua, es el escudo real y simboliza las virtudes del rey. De buen agüero y justiciarlo, el unicornio castiga a los culpables golpeándoles con el cuerno. El unicornio por su cuerno de la frente simboliza también la flecha espiritual, el rayo solar, la espada de Dios, la revelación divina, la penetración de la luz divina en los seres.
En la iconografía cristiana, el unicornio representa la virgen sobre la que desciende el Espirito Santo. En la edad media se convierte hasta en el símbolo de la encarnación del verbo divino en el seno de la Virgen María. Los alquimistas ven en el Unicornio una imagen del hermafrodita que, en vez de abarcar los dos sexos, trascede la sexualidad.
\"Estos seres renuncian al amor por abnegación al amor para salvarlo de la inevitable extinción\", Yves Bergen. \"Que muera el amor para que pueda vivir el amor\" evoca la idea de la sublimación milagrosa de la vida carnal y la fuerza sobrenatural que emana de lo que es bueno. El mito del Unicornio representa la fascinación a la que la pureza continua ejercer aún sobre los más corruptos corazones.
Se dice que el primero que vio un unicornio fue el mismo Ada, en el jardín de Edén. Aunque nadie ha visto unicornios desde hace unos siglos, su creencia es difundida en el mundo. Para unos, el hecho de que no fueron vistos sólo hace que se amplíe su misterio, mientras que otros piensan que los unicornios aún existen en regiones muy lejanas, y sólo pueden ser vistos por la gente con una virtud y pureza del alma excepcionales.
En la mitología china, el unicornio era un animal benéfico que venía entre la gente sólo con misiones importantes. Su aparición era vista como una buena señal, y el hecho de que no fue visto desde hace muestra que estamos viviendo en una época en decadencia. El aparecerá cuando vendrá el tiempo y cuando la bondad domine de nuevo entre la gente. El nombre chino del unicornio Ki Lin es similar a Yin Yang.
Se dice que uno de los primeros unicornios relevó al rey Fu His los secretos de la escritura, con más de 5000 años atrás. Los chinos creían también que los unicornios pueden predecir el nacimiento o la muerte de personas especiales como el sabio Confucius. En el año 551 antes de nuestra era, la madre de Confucius, estando embarazada vio en el bosque un unicornio que le regaló un pedazo de jade y se acostó en su falda. Ella supo entonces que era una señal de los dioses. En el jade aparecía una inscripción que hablaba de la gran sabiduría que iba a demostrar su hijo. Confucius fue de verdad el más respetado filósofo chino. Cuando era viejo, se dice que él también vio un unicornio entendiendo que su fin estaba cerca.
En la Génesis, se dice que Dios le encargó a Adán a dar nombres a todas las cosas que le rodeaban. En algunas traducciones de la Biblia, el unicornio fue el primer animal que Adán nombró, situándolo arriba de todos los animales del mundo. Cuando Adán y Eva abandonaron el paraíso, el unicornio los acompañó, convirtiéndose en un símbolo de la castidad y pureza.
Existen en el antiguo testamento siete referencias al unicornio, aunque ahora existen discusiones relacionados a esto. El Talmud también hace referencia a él. Durante la historia, la iglesia llegó a interpretar al unicornio en distintas formas. En la época medieval el unicornio se convirtió en el símbolo de Cristo, el cuerno simbolizando la unión entre Jesús y Dios el Padre. El hecho de que aparece en la Biblia significa que ningún cristiano verdadero puede dudarse de su existencia. La Licorne aparece en unas láminas de los tratados alquímicos. Este animal fabuloso, cuyo simbolismo tiene que ver con el tercer ojo y con Nirvana, con el regreso a la Unidad, servía para indicar a los iniciados occidentales la vía hacia el oro filosofal, especialmente la transmutación interior que tiene el lugar en el proceso de la reconstrucción del andrógino primordial.
El unicornio simboliza por su cuerno único de la frente la flecha espiritual, el rayo solar, la espada divina del discernimiento, la revelación de la penetración del espirito en la naturaleza, pero también una puente entre los mundos. El reúne las dos polaridades sexuales y las trascede. Y de aquí viene la idea de pureza y de virginidad. El unicornio evoca siempre la idea de una sublimación milagrosa de la vida carnal y de la vida carnal y de la fuerza sobrenatural que emana de lo que es puro. El cuerno tiene virtudes mágicas: decantan las aguas contaminadas, cura las enfermedades, detecta y aniquila los venenos y sólo puede ser tocado por una virgen. En el British Museum de Londres, existe un cuerno, que se dice que es de unicornio y para el que los científicos no recibieron el permiso de estudiarlo (por lo menos no oficialmente).
Se dice que el Unicornio va a regresar. Esta puede ser sólo una metáfora de lo que la gente busca hoy: la verdad, la pureza y el amor que se perdieron en la sombra de la tecnología. Para encontrar el Unicornio tal como lo encontraron nuestros antepasados, tenemos que regresar a las cosas aprendidas, a renunciar a nuestro orgullo de dominar a la naturaleza. Sólo en ese momento podremos encontrarlo y también las otras cosas extraordinarias escondidas en nosotros que esperan salir a la luz sin miedo al mundo...
